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Velázquez 128 pinch arte con cocina de mercado donde la comodidad la gastronomía y el glamour van de la mano

En el restaurante Velázquez 128 Pinch-Arte tienen muy claro complacer al cliente. Desde el desayuno hasta los cócteles y gin tonics de la noche.

El local se adapta como un camaleón, creando en sus dos plantas diferentes atmósferas gastronómicas y de ocio.

La primera planta se centra en la conversación animada, zona de barra y mesas altas abierta desde  las 08:30 hasta las 23:30h, con desayunos, menús ejecutivos a un precio muy sugerente unos 21 €, ideal para hacer un break a medio día con tapas y pintxos que van desde croquetas, revuelto de morcilla, jamón ibérico, hamburguesa de buey con mango y brotes tiernos...

En la segunda planta hay dos ambientes, uno de after work para una conversación más relajada con lo que más te apetezca en ese momento como una copa, un cóctel, té japonés, combinados o con una cerveza. Te sientes como en casa sentado en los sillones para repasar los tweets más candentes del día con una buena copa de gin tonic.

El tercer ambiente se encuentra al adentrarse en la segunda planta, donde disfrutar con amigos o con tu pareja de una cena con unos deliciosos platos mediterráneos y toque japo-peruano que tanto están de moda y que tan sugerentes se nos muestran.

Tiene una buena bodega de vinos tanto de DO Rioja como DO Ribera del Duero, pero también nos hacen un guiño a los que nos gustan vinos curiosos, distintos y de autor de otras zonas productoras como por ejemplo son la DO de Madrid, DO del Bierzo, la Ribera del Guadiana y algunos cavas.

Al sentarte en la sala te envuelve la paz y la armonía de su decoración con un equilibrio perfecto entre el glamour y la sencillez.

El fabuloso chef madrileño Carlos del Portillo es quien se encarga de los sugerentes platos que salen de los fogones del 128 de Velázquez.  Carlos ha pasado por los restaurantes más punteros de Madrid (Casino de Madrid entre otros) y en su cocina de mercado ha integrado la cocina tradicional española con otras cocinas internacionales. En sus platos se aprecia la fusión japo-peruana tan llamativa y fresca, llena de contrastes de sabores y texturas que Carlos armoniza en sus creaciones. Mezclando lo crujiente y lo esponjoso en perfecta conjunción.

En su carta se puede apreciar el carácter del restaurante en donde sobresalen la calidad y la exclusividad ya que sobre todo intentan traer a la mesa productos de temporada como también exclusivos seleccionando pescados salvajes que son difíciles encontrar en otro restaurante y en las plazas del mercado. Pescados como el Virrey asturiano, el Pargo rojo de Conil, la Urta, la Sama Canaria... como también en la calidad de sus carnes como la Xata Rosa asturiana de carne sonrosada.

Nosotros comenzamos con un curioso y creativo aperitivo de flor de loto crujiente con mayonesa de wasabi con cayena. Aunque el sabor y textura son distintos nos trasportó a las viejas freidurías malagueñas donde disfrutar de un buen pescaito frito.

Seguimos con un tartar de gambas, cremoso y delicado. A continuación un carabinero con migas ( de pan gallego), brotes y mayonesa de wasabi ideal.

Pasamos a los platos fuertes con una delicada merluza de pintxo de Celeiro y el cálido y suave taco de Xata Rosa.

Por último probamos la extraordinaria torrija infusionada en leche y vainilla Madagascar en pan de maíz con helado.

Además para tanto los que siguen la cuaresma como para los que en estas fechas aprovechamos para cuidarnos un poco, nos proponen la ruta del Bacalao donde además puedes participar en el concurso que celebrarán para la ocasión con el hashtag #RutaDelBacalao2.



En su menú de Cuaresma incluyen el Potaje de Vigilia y la deliciosa y jugosa Torrija  infusionada en leche y vainilla Madagascar en pan de maíz con helado de vainilla. Es todo un placer para los sentidos.

Solo falta esperar que llegue mayo para disfrutar de las noches y cielo madrileño en su glamurosa terraza de verano.

En definitiva un lugar cómodo para activar los sentidos y disfrutar de la gastronomía en buena compañía.

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