Es una receta contundente y de las abuelas, estos potajes que en la época de invierno apetecen un montón y que luego te sientes culpable de haber tomado.
Yo os animo a prepararlo y al día siguiente iros hacer running y a disfrutar la vida. Ya que las legumbres son un producto muy recomendable y la oreja de cerdo tiene mucha gelatina.
Ingredientes:
500gr de pochas o judias blancas
1 oreja de cerdo
2 manos de cerdo
1 cebolla
2 zanahorias
aceite de oliva virgen extra
1 chorizo
1 morcilla asturiana
1 cucharada de café de pimentón dulce
sal
Elaboración:
Poner en remojo la noche anterior las pochas.
Después lo primero que tenemos que preparar es la oreja y las manos de cerdo. Dejaos entera la oreja pero le quitamos todos los posibles pelillos que tuviese, esto mismo lo hacemos con las manitas.
Ahora escaldamos durante 10 minutos en agua y sal , cubiertos, estos productos.
Cambiamos la oreja y las manitas a otra olla con abundante agua e incorporamos la cebolla las zanahorias enteras y peladas, sazonamos al gusto y dejamos cocinar hasta casi la carne esté tierna.
Mientras en otra cazuela hervir la morcilla y el chorizo durante 15 minutos.
Retiramos las manitas de cerdo y agregamos las pochas y dejamos cocer a fuego lento
Mientras sacamos las zanahorias y la cebolla para preparar un refrito en una sartén con aceite de oliva virgen extra durante 2 minutos y espolvoreamos con pimentón dulce. Retiramos inmediatamente del fuego.
Agregamos el refrito a la olla con las pochas y la oreja, subimos el fuego y dejamos que espese el guiso.
Mantenemos las pochas en el fuego lento de nuevo otros 20 minutos. A continuación agregar el chorizo y la morcilla.
Ahora a servir calentitas en un plato si os apetece también las manitas pues vosotros mismos las acompañáis al plato.
