Casa Emilio en la popular calle López de Hoyos de Madrid, es uno de esos bares más bien tascas de toda la vida, en donde te puedes dejar llevar por la nostalgia no de años mejores pero sí de años donde la gente vivía de forma más sencilla. En su barra puedes encontrar cacharros, bebidas y botellas de otras épocas cuando éramos niños como la casera con tapón naranja y hermético, la naranjada mirinda, el sifón verde, jarras de cerveza antiguas.
En su barra todavía está el grifo de la cerveza como se hacía antiguamente con usando serpentín de hielo. Prácticamente no quedan en Madrid.
Además es gracioso también el bote de bicarbonato que tienen en un lateral porque después de la potente comida antiguamente los obreros según nos contó su dueño se lo echaban a la boca sin más.
En cuanto a el vermut está riquísimo, el chorizo ahumado es de león (Boñar) del pueblo del dueño. El matrimonio de boquerones en vinagre y anchoas exquisito.
Los precios asequibles y el trato de los camareros es estupendo. 100