En el castizo y multicultural barrio de Lavapies en Madrid, encontramos un pequeño restaurante senegalés muy recomendable.
Precios muy asequibles platos de arroz contundentes, sabrosos y diferentes a lo que estamos acostumbrados a tomar.
Nosotros probamos el de carne y el de verduras para tres con varias jarras de sangría en su estupenda terraza.
Y la verdad es que quedamos la mar de satisfechos, no solo por lo sencillo de los platos sino por su textura y mezcla de sabor en la boca que te hará exclamar un ¡qué rico! sin pensar.
Para terminar os recomiendo os pidáis un té están muy buenos y ayudan a la digestión después de llenaros la panza vuestro cuerpo os lo agradecerá.
El precio ronda entre los 10 y 15 € por persona por el plato, bebida y postre.
El servicio de camareros es amable y eficaz.
Está abierto hasta bastante entrada la hora de la comida pero te recomiendo ir pronto porque va tanta gente que se les agota la comida.